Meditar y escuchar música son actividades relajantes que pueden mejorar la salud de muchas maneras. Los estudios demuestran que la meditación tiene un efecto protector sobre el corazón, favorece el sueño, refuerza el sistema inmunitario, calma la ansiedad y reduce el riesgo de depresión. La música ayuda a aliviar el dolor y la ansiedad tras una intervención quirúrgica, levanta el ánimo y estimula la mente y la memoria.

Meditar y escuchar música son actividades relajantes y satisfactorias que pueden mejorar la salud de muchas maneras. Los estudios demuestran que ambas prácticas son beneficiosas física, mental y emocionalmente.

¿Cuáles son los efectos reconstituyentes de la meditación y la música?

Protección del corazón

Las personas que meditan reducen el riesgo de infarto o ictus, e incluso de muerte, en un plazo de cinco años. La meditación tiene un efecto fisiológico protector contra el riesgo cardiovascular: reduce la frecuencia cardiaca, la presión arterial, la adrenalina y el cortisol (hormona del estrés).

Mejora del sueño

Cualquiera que tuviera problemas para dormir veía reducirse la fatiga y los episodios de insomnio tras unas semanas de meditación mindfulness Este tipo de meditación, que gira en torno a la respiración y la conciencia del momento presente, ayuda a sus practicantes a encontrar el sueño por la noche al facilitar la activación de los mecanismos de relajación del organismo.

Alivio del dolor

Los pacientes que escucharon música antes, durante y después de la intervención tuvieron menos ansiedad y necesitaron menos analgésicos.

Refuerzo inmunitario

Los amantes de la música tienen un mayor número de células asesinas naturales, un tipo de célula inmunitaria que ataca tanto a las bacterias como a las células infecciosas o cancerosas. También tienen mayores niveles de inmunoglobulina A (IgA), un tipo de anticuerpo que se encuentra en el tubo digestivo y los pulmones para combatir las infecciones.

Estimulación de la mente y la memoria

Las personas con signos tempranos de deterioro cognitivo mostraron mejoras significativas en la memoria y las capacidades cognitivas después de tres meses de practicar una simple meditación o escuchar música.

Apoyo moral

Escuchar música mejora el estado de ánimo al estimular la liberación de dopamina (la sustancia química que hace sentir bien y que participa en la experimentación del placer y la satisfacción). La meditación de atención plena también puede ser buena para mejorar el estado de ánimo y reducir el riesgo de depresión grave en personas que ya sufren depresión leve, así como para reducir los síntomas de la depresión leve.

Reducción de la ansiedad y el estrés

La meditación de atención plena funciona contra la ansiedad y el estrés. Las imágenes cerebrales muestran que su efecto calmante está mediado por la activación de áreas cerebrales asociadas con la función ejecutiva y el control de la ansiedad.